Estudio de caso: Los sensores inductivos de Ø3 mm de Contrinex ayudan a los robots
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Un panel solar fotovoltaico típico consta de una serie de más de 100 obleas de silicio, por lo que su fabricación implica manipular y colocar una gran cantidad de obleas de silicio delgadas y frágiles. Los altos niveles de limpieza, los grandes volúmenes y la naturaleza repetitiva del montaje conducen a una automatización extensa y rápida.
En el área de montaje de paneles, sistemas robóticos manipulan las obleas de silicio, las colocan en el panel, ensamblan y cablean el panel y lo presentan para pruebas automatizadas. Las obleas de silicio se transportan a la zona de montaje de los paneles en bandejas, que son recogidas por robots compactos de dos dedos con pinzas de borde. Estas pinzas eran propensas a dañar la superficie de la oblea si la pinza no funcionaba correctamente o era inexacta.
El análisis mostró que los errores de apertura/cierre representaban una proporción significativa de los fallos de funcionamiento de las pinzas que provocaban la producción de chatarra. El problema principal era que, en ocasiones, las mandíbulas solo se abrían parcialmente, lo que provocaba que los dedos impactaran y dañaran la superficie de las obleas. Por lo tanto, se necesitaba una solución rentable para evitar que el robot intentara realizar la operación de recogida si las mandíbulas no estaban completamente abiertas.
Dos de estos sensores inductivos están montados sobre las dos caras superiores de los dedos de agarre para detectar su presencia cuando las mordazas están en la posición completamente abierta. Esta verificación de que las mordazas estén abiertas elimina el riesgo de que se produzcan desechos debido a que las mordazas parcialmente abiertas impacten las obleas.
Estos sensores inductivos en miniatura son populares entre los fabricantes de equipos originales de robots y pinzas y entre los integradores de sistemas debido a su pequeño tamaño, alto rendimiento y confiabilidad, lo que ofrece una solución de instalar y olvidar. Incluso incluyendo un cable robusto con cubierta de PUR de 2 m de largo, todo el sensor pesa solo 25 gramos, y el cable aporta la mayor parte del peso. Por lo tanto, montarlos en pinzas pequeñas añade sólo un sensor muy pequeño (Ø3 mm x 22 mm) con una pequeña masa adicional.
Contrinex ofrece una variedad de formas y tamaños de sensores inductivos en miniatura, por ejemplo, tan pequeños como Ø3 mm, M4 y cúbicos de 5x5 mm.
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