Qué hacer si terminas con pintura en tus muebles
Las salpicaduras de pintura rebeldes son una parte natural de pintar una habitación. No importa cuántas lonas pongas en el suelo, con qué cuidado apliques la pintura sobre las paredes o con qué lentitud deslices los pinceles, una pequeña gota caerá aquí y allá. Si bien la mayoría se puede limpiar rápidamente con un paño húmedo, a veces se pasa por alto el goteo y no se da cuenta de que está allí hasta que se seca. Y si esa salpicadura termina en un mueble, puede resultar especialmente frustrante. Después de todo, nadie quiere imperfecciones en sus piezas, especialmente si son caras.
Pero si terminas con pintura seca en tus muebles, existe una solución relativamente fácil. Todo lo que necesitas hacer es agregar calor a la gota de pintura y rasparla con una pinza para pan plana. Solo se necesitan dos pasos y su pieza volverá a verse como nueva. A continuación te explicamos cómo mantener tu espacio ordenado con un secador de pelo.
El calor suavizará la pintura, lo que le permitirá eliminar los derrames más fácilmente, pero debe ser suave para quitar la pintura de un mueble de forma segura. Usar la uña para raspar pequeñas gotas de pintura es el método más seguro, porque la uña no se clavará en la madera ni eliminará ningún acabado. Pero si tienes una salpicadura más grande con la que estás trabajando, lo mejor que puedes hacer es usar una pinza para pan y un secador de pelo. Pon tu secador de pelo en la posición más baja y calienta suavemente la marca de pintura en tus muebles. Mueva la secadora hacia adelante y hacia atrás para no concentrar el calor en un solo lugar. Hacerlo puede quemar accidentalmente los muebles o hacer que el acabado o barniz se derrita. Es por eso que también debes evitar el uso de herramientas de alto calor, como pistolas de calor.
Una vez que la marca de goteo se haya calentado, raspe suavemente la pintura con una pinza para pan de plástico. Se trata del pequeño clip que se utiliza para sujetar cerradas las bolsas de pan en los supermercados. Si no tienes un clip a mano, también puedes utilizar una tarjeta de crédito. Utilízalo para ir quitando lentamente la marca de pintura, teniendo especial cuidado de no rayar los muebles ni quitar barniz. Si la pintura es rebelde, vuelva a encender la secadora en la marca, alternando entre calentarla en un momento y arrancar la pintura al siguiente. Esto debería ayudarte a eliminarlo por completo.